La motricidad.

Es la esfera más importante en el ser humano, después de las funciones simpáticas y parasimpáticas productoras de las órdenes cerebrales.

La motricidad es el eje número uno de los movimientos voluntarios e involuntarios del ser humano en cuanto a las categorías de propulsión como lanzar, patear, votar, tirar y  empujar; y las de absorción como recibir, amortiguar, recepcionar, coger, y tocar, enmarcadas todas ellas en movimientos axiales y posturales que conllevan siempre a la armonía y fluidez de todas los reflejos que desde las ordenes de S.N.C ( Sistema nervioso central )  regulan los desplazamientos largos y cortos con y sin extensiones implicando la optimización de nuestros movimientos de forma tosca o útil a al complejo corporal del ser humano.

Cada uno de los movimientos innatos en el ser humano desde su nacimiento evoluciona día tras día, edad por edad y gracias al propio trasegar en la vida cotidiana desde los momentos en la escuela, el colegio y  la interacción con el medio durante la práctica deportiva, recreativa, lúdica y artística, ratificando  así la gran importancia de la enseñanza adecuada de la motricidad en la educación física.